Varias investigaciones arqueológicos, etnohistóricas, antropológicas y linguísticas que se realizaron en diferentes regiones de los andes de Perú y Bolivia, de los pueblos y vestigios de la época precolonial y que en algunos casos susbsisten, fueron presentadas ayer en la segunda jornada del “Encuentro Internacional Arqueología y Etnohistoria en los Andes y Tierras Bajas: Dilemas y miradas complementarias”
Este evento, organizado por el Instituto de Investigaciones Antropológicas y el Museo Arqueológico de la Universidad Mayor de San Simón y el Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA), reúne desde el pasado lunes a más de medio centenar de investigadores de estas disciplinas, procedentes de varios países.
A partir de las investigaciones realizadas en diferentes campos, en la zona andina y tierras bajas, del periodo intermedio temprano y colonia temprana (siglos XV y XVI) los expertos debaten sobre aspectos metodológicos y los aportes al conocimiento desde las diferentes miradas científicas y la interrelación entre éstas.
En este marco, Juan Eduardo Villanueva del Museo de Etnografía y Folklore de La Paz (Bolivia) presentó la investigación que realizó de los señoríos preincaicos de Carangas a partir de nuevos enfoques que dejan en entredicho muchos de los aspectos tomados hoy como verdad.
Mientras que Izumi Shimada, uno de los más connotados arqueólogos japoneses que trabaja en Perú, habló del “Pachacamac, su imagen, funcionamiento y habitantes según la arqueología y etnohistoria”.
María de los Ángeles Muñoz, del Instituto de Investigaciones Antropológicas y Museo Arqueológico de la UMSS (Cochabamba), a partir de los estudios que realizó de la presencia de los incas y vestigios de estos en Incallajta (Pocona) y Samaipata (Santa Cruz) puso en la mesa de debates los encuentros y desencuentros existentes entre la arqueología y la etnohistoria, además de la necesidad de un trabajo interdisciplinario, desde el inicio del proyecto de investigación, para explicar muchos aspectos no conocidos y no constatados.
Rosalía Martínez (Francia), por su parte, presentó el trabajo que realizó en las comunidades Yampara-Tarabuco de Chuquisaca a partir de la danza.
Frank Salómon, profesor emérito de la Universidad de Wisconsin de Estados Unidos, habló de la Raywana (mamá alimento), ritual de redistribución andina en el centro de Perú. Bruce Mannheim, profesor de la Universidad de Michigan, se refirió a la formación de los sujetos sociales en los andes precoloniales desde la perspectiva lingüística.
El aporte del arte rupestre
El aporte del arte rupestre, de los quipus, de la iconografía de los qeros, de los tejidos, de la cerámica, de los cueros, en la investigación arqueológica y etnohistórica, serán los temas que abordarán hoy los expertos que participan del encuentro de arqueólogos y etnohistoria que se realiza en el Centro Simón I. Patiño.
La jornada de hoy se iniciará con la presentación de la investigación “Primera aproximación al arte rupestre del sector sur de la Cuenca de Pozuelos (Puna de Jujuy, Argentina) durante los periodos de desarrollos regionales e Inka” y el trabajo “Arte rupestre y arquitectura, distintos registros para pensar un problema colonial”.
Durante la mañana, también se presentarán los trabajos “Mirando el antiguo Kollasuyo de los Andes: problemas y expectativas del arte rupestre como fuente de conocimiento etnohistórico” y “Sistemas andinos de comunicación durante los períodos incaicos y colonial”.
ANTROPÓLOGO JAPONÉS
Izumi: Hay muchas vetas aún por investigar
El reconocido antropólogo japonés Izumi Shimada, que trabajó más de 40 años en Perú, destaca los avances que se han dado en los últimos tiempos en el conocimiento de la época precolonial en la región de los andes, no obstante considera de que todavía hay muchos campos que deben ser investigados y profundizados.
Según el también profesor de Antropología en la Universidad de Southern Illinois, Carbondale (SIUC), para esto es importante no sólo la complementariedad entre las diferentes disciplinas: arqueología, antropología, etnohistoria, lingüística y otras, sino la interdisciplinariedad en los equipos de investigadores.
“Una investigación interdisciplinaria implica la participación de los especialistas de las diferentes ramas desde la planificación del trabajo, una interrelación que sólo va a terminar cuando se publique o haya terminado la investigación. Interdisciplinario implica la participación en todas las etapas”, precisó.
Señaló que actualmente se presentan desencuentros entre las diferentes disciplinas, los arqueólogos tratan de desvirtuar o desmerecer lo que hacen los antropólogos o los etnohistoriadores y viceversa.
Dijo que a partir de su experiencia, de trabajar de forma coordinada entre los expertos de las diferentes áreas, es mucho más efectivo.
El destacado académico ha orientado su trabajo a la investigación de la arqueología de complejas culturas prehispánicas en los Andes, la tecnología y la organización de la producción artesanal, análisis mortuorio, arqueología experimental, el papel de la ideología y la religión organizada en el desarrollo cultural y la interacción ecología-cultura.
Izumi presentó ayer en el encuentro de arqueología y etnohistoria, el trabajo “Pachacamac, su imagen, funcionamiento y habitantes”.
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