miércoles, 17 de septiembre de 2014

Las Barrancas, el “barrio” que duerme sobre mastodontes



A un costado de la carretera Panamericana, casetas grises que alguna vez fueron rojas, azules y blancas dan comienzo a la zona de Las Barrancas, el árido suelo viste el paisaje de los kioscos cuando sopla el viento. Las casas son de ladrillo, adobe y hay algunos tinglados con altas paredes que se esfuerzan en el intento de un barrio.

Los perros recostados frente a las puertas de calamina de las pequeñas casas ladran a la gente que pasa. Al moverse sueltan más polvo que ladridos. Un gran alambrado se extiende en la árida zona, se trata de la construcción del futuro Parque Urbano, que trabaja la Alcaldía en el área.
Las Barrancas, alberga alrededor de 900 familias. Cuentan los vecinos que los primeros asentamientos en la zona empezaron hace ocho años; sin embargo todavía no son reconocidos como un barrio de la ciudad de Tarija, pues no tienen gas domiciliario y poseen problemas de acceso a luz y agua.
Empero, lo que no saben los centenares de vecinos es que la “pobre” tierra que pisan alberga un gran tesoro, resumido en cientos de fósiles de mastodontes. Este tema es tan intocable en Las Barrancas que hasta se ha convertido en una “mala palabra” que no debe ser mencionada.
El director del Museo Nacional Paleontológico y Arqueológico de Tarija, Freddy Paredes Ríos, confirmó que en la zona abundan fósiles de elefantes antiguos junto con otros mamíferos del pleistoceno. Esto es reforzado en un estudio realizado por la organización Italiana Coltortti que revela que existen más de 40 zonas, donde existen afloramientos (fósiles descubiertos) y ocurrencias de fósiles (pequeños huesos).
Dentro del estudio de Coltortti se determina que Las Barrancas constituye una zona significativa de fósiles de mastodontes. Los restos fósiles de Cuvieronius yacen en todo el terreno erosionado; ahí fue donde se encontró el Megatherium tarijensis que está en el museo Paleontológico de Tarija.
Paredes explicó que en la zona todavía existen afloramientos y añadió que estos animales habitaron dicho lugar desde hace sesenta mil años. El País eN fue a Las Barrancas y consultó a los vecinos sobre el “tesoro oculto”; empero los pocos que decidieron hablar aseguraron no saber nada y se mostraron molestos por la visita.
“No sabemos nada de eso, lo único que sentimos cada día es la falta de agua, luz y la extrema pobreza en la que vivimos porque las autoridades no hacen nada por nosotros”, dijo un vecino que no quiso revelar su nombre, argumentando que ni siquiera debió hablarnos.

Miedo a ir a Las Barrancas
El temor que han generado los enfrentamientos por tierras en Las Barrancas dejó marca en Tarija, tanto que ahora ni las leyes pueden ser cumplidas por las autoridades.
El técnico en paleontología de la Secretaría de Protección del Patrimonio Cultural y Natural, Willer Flores Aguanta, reconoció que se encontraron fósiles en varios lugares de Las Barrancas. Sin embargo, hizo una sorpresiva revelación; pues dijo que siente miedo de ir a la zona ya que asegura que “es muy peligroso para su dirección aproximarse”.
“En la zona ni bien mencionamos que pertenecemos a Patrimonio Cultural todo se torna peligrosísimo, ya que la gente está organizada para repeler toda orden de conservación y preservación de restos paleontológicos”, explicó.
Flores agregó que la Secretaría de Protección del Patrimonio Cultural y Natural tiene la misión de identificar los sitios fosilíferos para recomendar que no sean destrozados, añadió que dicha instancia debe buscar su preservación y conservación. Posteriormente, los fósiles deben ser rescatados y recogidos por el museo.
Para esta tarea se cuenta con la Ley Nº 4144, de Protección del Patrimonio Cultural y Natural en el Departamento de Tarija, la norma declara en su artículo tercero “Patrimonio natural a los yacimientos fosilíferos del Valle Central de Tarija” y otorga el poder de protegerlos a la Secretaría de Patrimonio Cultural y Natural.
Empero, la resistencia de los habitantes de Las Barrancas y el temor de la Secretaría silencian la ley. A esto se suman algunos trabajos realizados por la Alcaldía en la zona, cuya maquinaria no respeta la riqueza fosilífera que esconde el terreno.

El “no importismo”
“Es un carnaval la destrucción del patrimonio natural de los fósiles”, dijo el director del Museo Nacional Paleontológico y Arqueológico de Tarija, Freddy Paredes, quien indicó que a pesar de que se tienen pruebas de la existencia de fósiles en Las Barrancas, tractores privados o del gobierno municipal los destruyen.
El técnico en paleontología, Willer Flores, explicó que la mayoría de los fósiles en la zona se encuentran en una capa de no más de 30 metros de profundidad, por lo que al remover la tierra con tractores, como la municipalidad frecuentemente lo hace, se destruyen los restos.
“Los operadores de maquinaria meten las máquinas y no les interesa los fósiles. Quienes tienen prácticamente la culpa son las autoridades. El Municipio puntualmente”, aseguró Flores.

Gobernación reconoce falta
Sobre el tema el Secretario de Medio Ambiente de la Gobernación, Mario Gareca, explicó que la protección de los restos fósiles es competencia única de la Secretaría de Protección del Patrimonio Cultural y Natural; sin embargo reconoció que es probable que no le estén dando la debida importancia. “Como Gobernación hay que reconocer que no estamos haciendo mucho, pero también tiene que ver en esto la Alcaldía y la Asamblea”, dijo.
La Secretaria de Protección del Patrimonio Cultural y Natural de la Gobernación, Cristina Romero, admitió que el objetivo de su secretaría es salvaguardar el patrimonio natural, resaltó así que ya se declaró a Tarija como “Cuna de fósiles” y añadió que se está trabajando en el reglamento de la Ley 4144, que busca salvaguardar puntualmente esta riqueza. Respecto a Las Barrancas destacó que precisamente por la existencia de avasallamientos se trabaja de manera rápida en el reglamento.
El País eN le consultó si a parte del reglamento existen otras acciones que se realizan para proteger el patrimonio natural. Romero indicó que se debe trabajar también con la sensibilización de la gente y dijo que sólo resta esperar que la Cámara de Diputados apruebe el reglamento en La Paz.
¿Y la Alcaldía qué?
La Dirección de Planificación Territorial del gobierno municipal es la encargada de gestionar la urbanización del municipio del Valle Central; sin embargo, sus autoridades se mostraron bastante ocupadas para atender a la prensa.
En las oficinas de planificación territorial ubicadas en el mercado San Martín, todos los martes y jueves se gestionan audiencias para resolver asuntos de derechos propietarios y regularización de documentos. Empero, existen personas como Fernando que llevan más de un año tratando de regularizar sus propiedades y no lo logran.
Fernando, expresamente molesto, señaló que los trámites son muy difíciles y aseguró que las oficinas no cuentan con lineamientos claros acerca de los terrenos de la mancha urbana. Sin embargo, ejemplificó que existen asentamientos como Las Barrancas, donde los avasalladores destruyen el patrimonio natural de Tarija.
Pero el panorama se agrava. El pasado 25 de septiembre de 2014, la directora de Ordenamiento Territorial, Antonieta Rueda, confirmó la entrega de planimetrías a los asentamientos de Las Barrancas, que están dentro del radio urbano, homologado en 1993. Ese mismo día reconoció que hay asentamientos dentro de terrenos privados y explicó que la entrega de las planimetrías significa que está cumpliéndose la Ley de Regularización del Derecho Propietario.
La Alcaldía conjuntamente los poseedores de terrenos fijarán un justiprecio para que empiecen a cancelar y ese dinero vaya a las arcas del Gobierno Municipal.
De esta manera, los técnicos municipales explicaron a los beneficiarios que a futuro tendrán: parques, plazas y áreas verdes que les permitan una estancia apropiada. Pero también queda en el recuerdo que el pasado 25 de abril de 2013, el asesor del Comité de Defensa de la Propiedad Pública y Privada, Tamer Medina, presentó cartas que involucraban a varias autoridades municipales de Cercado con asentamientos ilegales. El hecho fue reconocido por el oficial Mayor Técnico de la Alcaldía, Gonzalo de los Ríos, quien confirmó que fueron realizados trabajos en dos asentamientos del lugar.
La pregunta que queda en el aire es ¿y el patrimonio natural? Para el técnico en paleontología, Willer Flores, la zona de Las Barrancas debería ser intocable, al igual que el barrio Lourdes; sin embargo ve inevitable la conversión de Las Barrancas en un “monumento de cemento”, donde además la Alcaldía habría realizado trabajos de apertura de caminos y remoción de tierra durante una campaña electoral.

El olvidado proyecto
Hace quince años existió una ordenanza municipal, 170/99, que dispuso la creación de un museo y un parque natural en Las Barrancas, en el mismo lugar donde ahora se realiza el Parque Urbano. El objetivo era crear un centro de Investigación Científica y Cultural en las áreas de paleontología, antropología, arqueología y ciencias geológicas en general.
El proyecto rescataba precisamente el valor fosilífero de la zona; sin embargo, hasta la fecha no se concretó y la destrucción del patrimonio natural continúa indiscriminadamente. “Lamentablemente esto no se ha concretado porque las autoridades de turno que tenían que ver la sesión de los terrenos no lo hicieron y finalmente hubo este asentamiento que frenó cualquier proyecto en el lugar” afirmó el director del Museo Nacional Paleontológico y Arqueológico de Tarija.
El último dato conocido sobre el proyecto fue que la Ley 4144 relocalizó el Museo y Parque Natural de Las Barrancas a la zona de San Jacinto Norte; por lo que su nombre cambió a “Parque y Museo Departamental Paleontológico”. Sin embargo, hasta ahora ninguna autoridad se pronunció al respecto.

Destruir sin conservar
Tanto Flores como Paredes coinciden con la creación de un parque y museo ubicado en Las Barrancas. De esta manera, aseguran que se evitaría la pérdida de conocimiento científico, la no valoración del saber prehistórico y se tendría una oferta turística verdadera.
Paredes opina que los residentes tarijeños son muy capaces de destruir su patrimonio natural y no demuestran su capacidad de conservarlo, por lo que según el director del museo “nuestros antepasados fueron mucho más sabios; pues conservaron lo que ahora deshacemos”.
El gran tesoro, para siempre bajo la tierra

Un esqueleto de Mastodonte se yergue en el Museo Nacional Paleontológico y Arqueológico de Tarija, en su magnífica figura se perciben grandes colmillos, una gran cabeza y alrededor de 4.50 metros de longitud que intimidan la imaginación.
Dos niños lo observan con los ojos bien abiertos y detenidamente, tanto que parecen esperar a que se mueva. Uno de ellos expresa “¡che imagínate como eran de grandes los elefantes antes!” “¿Dónde habrán vivido?”
Lo que ellos no imaginan es que en uno a dos años más, una de las zonas en la que habitaron estos increíbles gigantes estará convertida en un monumento de cemento, donde las calles y el cúmulo de construcciones enmudecerán el gran tesoro de fósiles.
Por ahora, el casi “barrio” Las Barrancas duerme sobre mastodontes y lo seguirá haciendo mientras el temor de las autoridades impida preservar el tesoro natural y esto continúe siendo una “mala palabra” en la zona.

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