Músicos y antropólogos bolivianos se unieron por primera vez para debatir y analizar los orígenes africanos de la saya y la presencia del blues en la cultura boliviana contemporánea.
"El origen de la saya afroboliviana no es reciente, ya en 1930 existía en las haciendas de los Yungas. En 1945, participó por primera en una entrada folklórica”, explicó Miguel Ballivián, quien presentó los resultados de su investigación titulada: La saya afroboliviana: conociendo desde casa adentro y casa afuera.
El encuentro se realizó ayer, en el Museo de Etnografía y Folklore (MUSEF), en el marco del segundo Congreso Plurinacional de Antropología, que concluye hoy, a las 16:30, con el coloquio "No bailarás tundiqui”.
Ballivián explicó que la saya es el espacio de transmisión de saberes y conocimientos de la herencia africana. Además, la particularidad de la música afroboliviana parte de la influencia de la cultura y la lengua aymara.
Según el experto, los elementos utilizados para construir los instrumentos de la saya representan la relación entre la cultura y la naturaleza.
"Los instrumentos, las letras y las ocasiones en que se interpreta la saya cuentan nuestra historiografía y saberes ancestrales”, acotó Ballivián. Resaltó también que, actualmente, la lírica se relaciona con la realidad social y cultural de los afrobolivianos. Además, aseguró que la interpretación de los instrumentos, antes reservada sólo para los hombres, es ahora permitida a las mujeres.
El blues y su influencia
En el debate, el experto Pedro Parody también presentó su trabajo titulado El blues desde la esclavitud y marginalidad a una problemática expansión global.
"El blues no es un género musical único. Se diferencia por la región de Estados Unidos donde empezó a ser interpretada y por los que componían las canciones”, afirmó.
El también docente del Conservatorio Plurinacional de Música indicó que este género musical se originó en la marginalidad de las reuniones de los esclavos en Nueva Orleans y Luisiana (Estados Unidos). "Después, el blues empezó a ser difundido en Inglaterra y Estados Unidos pero se negaba su raíz profundamente africana”, acotó Parody.
El docente indicó que en el caso de Bolivia este género es el punto de iniciación de varios músicos del país, quienes optan por este estilo para abrirse campo en otros países.
Ambos investigadores coincidieron en que la herencia africana en la cultura contemporánea debe ser analizada y difundida, no sólo la música, sino expresiones culturales como la religión, los rituales y la historiografía.
"Tenemos que valorarnos a nosotros primero. Es una cuestión de reivindicación. Hablo de lo afrocéntrico para luego relacionarnos con la interculturalidad boliviana”, concluyó Ballivián.
Punto de vista
Juan Manuel Saldívar Arellano Antropólogo
"La herencia es innegable”
Es importante que representantes de dos disciplinas como la música y la antropología debatan sobre este tipo de temas como los origenes de la saya. La presencia de migrantes africanos a lo largo de la historia de Bolivia es innegable, así como su herencia. Esto evidencia una filtración cultural en las costumbres de los bolivianos, no sólo de los afrodescendientes, sino de los aymaras que usan muchos elementos de la santería africana. Entonces lo afroboliviano no es sólo la música y el baile, sino también la religión y las costumbres que vienen desde África y se mezclaron con las culturas que los recibieron. He visto la difusión y masificación de la santería africana y cubana en Bolivia.
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