domingo, 28 de septiembre de 2014

EN CHUQUISACA, HASTA SE JUEGA CON LOS FÓSILES

Los fuertes vientos dejaron los huesos de dinosaurios. El yacimiento está desprotegido.

El departamento de Chuquisaca se ha convertido en la meca del estudio de la paleontología en Bolivia. Un tesoro de fósiles de la era Cenozoica está a la vista, pero desgraciadamente, desprotegido en Bolivia.

El fenómeno natural. La erosión causada por fuertes vientos en el municipio de Padilla, provincia de Tomina, en el sudeste de Bolivia, ha dejado a la vista restos de mastodontes y gliptodontes de la era Cenozoica, un tesoro paleontológico de incalculable valor que está desprotegido y al alcance de curiosos y hasta de niños que juegan con los fósiles.

El territorio actual del departamento Chuquisaca albergó una variedad única de gliptodontes en el periodo cuaternario, hace unos 10.000 años.

Así lo confirmaron recientes estudios sobre un fósil rescatado en el municipio de Yamparáez, capital de la provincia homónima, ubicado en ese mismo departamento del país.

Los fósiles de gliptodontes, parientes de los actuales armadillos o quirquinchos, que medían más de un metro y llegaban a pesar hasta una tonelada, se extinguieron hace 10.000 años sin dejar descendencia.

El parque Cretácico de Cal Orcko (cerro de cal, en quechua) está situado en la cantera de piedra caliza de la Fábrica Nacional de Cemento (Fancesa), a cinco kilómetros de la ciudad de Sucre.

Contiene una de las vetas paleontológicas más ricas del mundo. Es el yacimiento de huellas de dinosaurios más extenso del mundo y se han hallado más de 460 rastros y más de 6.000 huellas de dinosaurios, como terópodos, anquilosaurios, ornitópodos y saurópodos de la era Paleozoica, en particular del período Cretácico (145 y 65 millones de años atrás). Este parque se postuló en 2009 a la Unesco para su declaración como patrimonio de la humanidad, pero la solicitud fue rechazada por falta de políticas de preservación.

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