jueves, 18 de diciembre de 2014
Jakob Messerli: ‘No puede haber un viaje de la figura (illa) por Bolivia’
El Director del Museo Histórico de Berna llegó al país para tener conversaciones con autoridades del Ministerio de Culturas y el Museo Nacional de Arqueología (Munarq) con el fin de elaborar un acuerdo de cooperación para trabajar en resguardo de la illa entregada este año a Bolivia, después de permanecer por años en el repositorio europeo. La pieza tallada en piedra pertenece a la cultura Pucara y fue sustraída por el investigador suizo Johann Jakob von Tschudi hace 156 años.
— ¿Cuál es la razón de su visita formal a Bolivia?
— Dentro del acuerdo que se ha establecido con el Museo Nacional de Arqueología (Munarq) hemos acordado que a futuro se va a realizar una serie de trabajos de cooperación respecto a la figura de piedra (la illa). El motivo de mi visita fue una primera conversación para hablar de una cooperación a futuro y conocernos mutuamente. Otro aspecto fue tocar los puntos del convenio con el Munarq y, naturalmente, conocernos mutuamente. Hace poco en los medios hubo informaciones que comprometían el acuerdo con algunos de esos puntos.
— ¿Cómo adquirió la pieza el Museo Histórico de Berna?
— La figura ha sido vendida por los descendientes del investigador Johann Jakob von Tschudi en 1929. El término de valor para un bien cultural es muy difícil de definir, no sabemos cuánto se pagó.
— ¿Cómo el Gobierno boliviano inició el contacto con una institución privada como el museo que dirige?
— Hay que aclarar este término de institución privada porque si bien se trata de una fundación bajo el derecho privado, está soportada por instituciones públicas del municipio y cantón de Berna, siendo una fundación de derecho privado. Fuimos contactados por la embajadora de Bolivia en Suiza, Elizabeth Salguero, quien vive en Berlín, para una cita. Ella nos explicó que nuestro museo albergaba esta figura que tiene una importancia muy grande para Bolivia. Ella abordó el tema de la transferencia, aunque en ese momento no hizo una petición formal. Ella tocó el término de la figura del Ekeko, que para nosotros era una figura nueva porque no estábamos al tanto del término. Sobre todo porque el Ekeko se refiere a una figura masculina, mientras que ésta es una figura femenina tallada en piedra. Estas conversaciones fueron en enero de 2013. En mayo, la embajadora hizo una solicitud formal pidiendo la restitución de la figura del Ekeko a Bolivia.
— ¿Qué factores consideraron para devolver la pieza?
— En principio, hemos dicho que una figura del Ekeko no la podemos devolver a Bolivia, pero mediante otros canales nos hemos enterado de la importancia y el trasfondo que tiene esta imagen. Recibimos la visita en persona del viceministro de Descolonización (Félix Cárdenas), y así nos enteramos de que el Viceministerio de Descolonización estaba trabajando desde 2008 y 2009 en torno a la figura. Nosotros somos un museo e institución científica y no tenemos nada que ver o hacer con la política interna boliviana, por eso hemos acordado con la embajadora (Salguero) en recabar informes científicos para establecer si la figura era la que ella buscaba. Sergio Chávez es uno de los arqueólogos bolivianos más reconocidos y determinó que esta figura nada tiene que ver con un Ekeko. Hemos dicho que no estamos en contra de la transferencia, es algo que hemos establecido al principio de las conversaciones y tiene que haber un motivo fundamental. Esta transferencia debía realizarse a través del Consejo Internacional de Museos (Icom), que establece parámetros éticos para el trabajo entre museos y específicamente para este tipo de casos. Hemos acordado que las conversaciones ya no seguirían en un nivel político, sino se trasladarían a un nivel técnico con personas del ramo. Nos hemos entendido muy bien en este nivel. Para todos los involucrados está claro que esta figura constituye un objeto central para la historia de los habitantes del altiplano y que se trata de un patrimonio cultural de la humanidad. Por tanto, la responsabilidad sobre esta figura le compete a toda la humanidad.
Hemos acordado que el fundamento para nuestro acuerdo será la idea de la propiedad cultural compartida. Que se establezca sobre este patrimonio una visión que no sea solo nacional, sino planetaria. Estábamos de acuerdo con que esta figura tiene una importancia nacional y por eso estábamos abiertos a transferirla al Munarq, donde se desarrollaría su importancia en una exhibición permanente para la población local y la investigación. La figura tiene una importancia nacional y sobre todo para el altiplano. Es un punto importante porque es una figura de la cultura Pucara. Si se establece una visión estrictamente nacional tendría que venir el Perú y exigirla; estamos hablando del altiplano andino.
— ¿El Gobierno boliviano tuvo que hacer una transacción económica con el museo para que se devuelva la figura dentro de los parámetros del Icom?
— No ha habido una transacción (económica) y el Icom establece que en estos casos los gobiernos no deben involucrarse, sino que se debe trabajar con personal técnico a nivel científico.
— ¿Cuál es el compromiso de Bolivia para resguardar la illa?
— Hay compromisos por parte de los bolivianos y de parte nuestra que están redactados en este acuerdo. El Munarq se compromete a exhibirla para el público y para la investigación. Por eso nos sorprendió que en medios bolivianos se publique que la figura iba a ser expuesta en diferentes ciudades de Bolivia y en la feria de Alasita. Marcos Michel, director de Patrimonio del Ministerio de Culturas, nos aseguró que se iba a respetar este convenio, lo que significa que no puede haber un viaje de la figura por Bolivia ni una exposición en la fiesta de Alasita. Naturalmente, me ha tranquilizado que se cumpla el acuerdo.
— ¿Qué riesgos hay si se manipula la illa y se la transporta de un lugar a otro? Se tiene previsto que participe de ceremonias ancestrales que forman parte de tradiciones milenarias vivas en Bolivia.
— Siempre existen una infinidad de riesgos como viaje, transporte y clima. Un objeto de museo no debería salir. El museo se compromete a resguardarla.
— ¿Qué aspectos tiene la colaboración que se ha establecido entre las dos partes?
— No se lo puedo decir aún porque nos hemos reunido por primera vez para sentar bases, es el primer encuentro. Para nosotros está muy claro que la iniciativa está en manos del Munarq y que vamos a apoyarlos en todo lo que sea necesario. Tenemos un compromiso de trabajar juntos.
Perfil
Nombre: Jakob Messerli
Estudios: Doctorado en la Universidad de Berna
Cargo: Director del Museo Histórico de Berna
Especialista suizo
Jakob Messerli es desde 2010 el director oficial del Museo de Historia de Berna, en la capital suiza. Anteriormente dirigió varios repositorios en Alemania y Suiza. También fue director del Museo de la Comunicación en Berna, entre 2002 y 2003. Fue director del Museo Nacional de Tecnología y Trabajo en Mannheim, Alemania (1996-2002). Tuvo el cargo de director del Museo Alemán del Reloj en Furtwangen, Alemania (1993). El europeo tiene un doctorado de la Universidad de Berna en El tiempo y el uso del tiempo en el siglo XIX Suiza (1989). Sus estudios de pregrado fueron en Historia, Filosofía y Psicología en la Universidad de Zúrich y en la Universidad de Berna.
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