domingo, 21 de diciembre de 2014

Hoy le harán una ‘limpia’ a la Illa en la Isla del Sol



Después de permanecer en un museo de Suiza por 156 años, la mítica Illa, símbolo de la fertilidad en Alasita, será sometida hoy a una ‘limpia’ mediante una ceremonia andina en la Isla del Sol, donde participarán amautas de toda la región lacustre.

Cuna de la civilización inca, la Isla del Sol, y en particular la población de Ch’allapampa, custodia desde ayer la pequeña efigie que llegó por la tarde procedente de la sede de gobierno y hoy será bendecida ante el Dios Sol o Tata Inti y la Madre Luna o Paxsi Mama, antes de ser presentada el 24 de enero en la inauguración de la Alasita en la ciudad de La Paz.

“La Illa realizará un recorrido desde Ch’allapampa hasta la roca sagrada y ahí se hará la ceremonia principal de limpieza”, explicó Cancio Mamani, coordinador del evento por parte del Viceministerio de Descolonización dependiente del Ministerio de Culturas y Turismo. Posteriormente, la pequeña pieza lítica hará otros tres viajes por otras poblaciones de la misma isla, cuyos habitantes esperan con expectativa la visita de la escultura. No se confirmó, pero es muy probable que el presidente del Estado, Evo Morales, quien promovió el retorno de la Illa a Bolivia, arribe al lugar.

Paradas. Con los primeros rayos solares y bajo un frío intenso la Illa salió ayer cerca de las 06.15 del Museo Nacional de Arqueología (Munarq). Una mesa andina con pututus, incienso y coca la despidió. Vigilado por el responsable del Munarq, Julio Ballivián, la imagen emprendió el camino rumbo a la Ceja en

El Alto. Allí, en el Centro Artesanal Wara Wara o Teatro Andino Chakana sobre los 4.000 metros de altitud, fue saludada por amautas alteños. También estuvo presente en el acto la candidata masista a la Gobernación, Felipa Huanca.

“Con todo corazón te recibimos y te pedimos por todos”, decían los amautas dirigiendo además sus ruegos al cielo. El incienso, las hojas de coca y el alcohol de la ch’alla fueron otra vez los acompañantes en la wajta.

Una hora y media después, en el cantón Catacora Yarhuichambi, de Batallas, el amauta del lugar Víctor Alanoca se emocionó hasta las lágrimas al ver la pequeña estatua detrás del cristal. “Ésta es tu casa, puedes quedarte aquí”, rogó en aymara, mientras la delegación era recibida con mixtura, hojas de coca y flores, al son de unos khantus. El amauta cerró la ceremonia con un deseo: “Jach’a kusisiñampi katukanta aka Illa askiurukinpan”, que traducido al español dice: “Con gran alegría recibimos a la Illa y que sea un buen día”.


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