Ubicado en la comunidad de Lambate en el municipio de Irupana, Pasto Grande, con una extensión de 12 hectáreas de edificaciones y muestras de una ingeniería avanzada, se ha posesionado como uno de los sitios arqueológicos más importantes del departamento paceño y uno de los principales destinos turísticos de Sud Yungas, brindando a los turistas nacionales y extranjeros la oportunidad de inmiscuirse y revivir la historia de una de las civilizaciones más importantes de Sudamérica, como lo fue Tiwanaku.
"Este es uno de los lugares más ricos en restos arqueológicos, en el que la civilización no ha dañado el complejo, dejando viva la evidencia de cómo los colonizadores tiwanakotas como los mitimaes incas hicieron posible la agricultura y semejantes edificaciones en un lugar en el que la naturaleza lo hace imposible", señaló el guía turístico, Gabriel Parrado.
Hasta hace poco, en las laderas del río La Paz, a 1.880 metros sobre el nivel del mar, esta riqueza ancestral que comprende construcciones prehispánicas y terrazas agrícolas que sobrepasan una extensión de 12 hectáreas, ha permanecido oculta en medio del monte yungueño, permitiendo que la llegada de la mano del hombre no destruya los restos de lo que es la muestra más grande que existe del período urbano maduro de Tiwanaku, desarrollado entre los años 483 al 724 después de Cristo.
La región ofrece a los visitantes la posibilidad de ver un claro ejemplo de la ingeniería avanzada en cuanto a terrazas agrícolas y sistemas de riego que se constituyen en una clara muestra de cómo debería ser el sistema de producción en esta región, donde la topografía del lugar hace muy complicado el sembrar cultivos en la pendientes de los cerros sin afectar a la belleza del lugar.
"A pesar de ser tecnología avanzada, las construcciones mantienen lo natural del lugar, todas las edificaciones están hechas con piedra pizarra lo que le da un aspecto hermoso. Uno de los principales canales es el que traslada agua por cientos de metros desde el valle del río Jukumarini", señaló Parrado.
Para muchos de los turistas nacionales y extranjeros que han visitado el lugar, uno de los puntos importantes es el sitio de arte rupestre, constituido por una roca plana en la que se existen grabados geométricos, figuras humanas y de animales que representarían el culto al agua y a la fertilidad por ser una deidad femenina.
En Pasto Grande, la Cresta del Calvario, es uno de los lugares ceremoniales más importantes en las que se festejan los equinoccios y solsticios, y que brindan a los espectadores una vista panorámica el lugar, por lo que en tiempos antiguos se constituía en un punto de control de la región que hace miles años era la ruta estratégica de intercambio que conectaban lso llanos amazónicos con el altiplano.
Las caminatas que pasen por la región y nos conduzcan a otros destinos no quedan descartadas ya que pasto Grande - Irupana, es una de las rutas mejor conservadas del camino del Qhapac Ñan en Bolivia, que es parte de todo un recorrido que une a cinco países de Sud América, a través de una red de vías construidas por Tiwanaku para conectar su capital con las urbes periféricas y los grandes centros de producción agrícola situados tanto en la cordillera andina, los pisos yungueños y en la costa del Pacífico.
Asimismo, tal como se ha conservado gran parte de su infraestructura, en la región de pasto grande también se han guardado usos y costumbres, donde su principal actividad y vida cotidiana se encuentra registrada en música y danza que aún es transmitida de forma oral manteniendo la memoria ancestral de los habitantes.
Una de las muestras de danza más antigua es la del loco palla palla, una especie de danza clandestina nocturna en la que los personajes según los pobladores deben desaparecer antes que salga el sol porque al ser alcanzados por los rayos del astro mueren.
CÓMO LLEGAR
Si usted cuenta con vehículo propio para realizar el viaje puede utilizar la carretera que pasa por Palca, que sale desde Chasquipamapa de la zona Sur de la sede de Gobierno. Debe seguir el camino hasta la población de Uni y Chuñavique lo conducirán, hasta Lambate.
Para aquellas personas que deben optar por el transporte público, la opción más segura es abordar los buses a Irupana que salen desde la terminal Minasa en Villa Fátima por 30 bolivianos, para ir por la vía tradicional, una vez en dicha población, donde pueden conseguir alojamiento, encontraran pequeños taxis que los llevarán hasta los yacimientos arqueológicos.
De la misma forma para los que piensan en hacer una caminata lo ideal será partir de la tranca de palca para ingresar hasta Chuñavi y de ahí hasta Lambate.
RECOMENDACIONES
Por el clima, la humedad del lugar y la neblina constante se recomienda llevar ropa ligera, poleras de manga larga y contar con una chaqueta impermeable, de la misma forma se debe contar con zapatillas cómodas con huella profunda o zapatos de escalada. En el caso de la época de invierno también se debe contar con ropa abrigadora para las horas de la noche.
Tampoco se puede olvidar de llevar un buen repelente y un antialérgico para las personas sensibles a las picaduras. Un sombrero de ala ancha, gafas de sol, bolsas plásticas y por lo menos un litro de agua. Para disfrutar de la vista del lugar y llevarse un buen recuerdo, son necesarios unos binoculares y una cámara fotográfica. Al tratarse de tramos en los que se debe caminar se recomienda mochilas pequeñas y muy ligeras, no separarse del grupo, ni de los senderos.
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