La doctora Allison Davis, de la Oficina de Patrimonio Cultural del Departamento de Estado de EEUU, dijo que pese a un tratado bilateral entre Bolivia y Estados Unidos, firmado en 1983, para impedir el tráfico de objetos de arte coloniales, Bolivia no tiene un registro para identificarlos y tampoco reporta robos a la Policía y la Aduana estadounidenses.
La arqueóloga hizo estas declaraciones en una conferencia sobre protección del patrimonio cultural en iglesias coloniales.
La doctora en Antropología e investigadora Allison Davis, especialista en culturas de Los Andes, estuvo la noche del jueves en Cochabamba ofreciendo la charla “Protección del Patrimonio Cultural en Iglesias Coloniales”, en la Sala Capitular del Convento de Santa Teresa.
A esta charla asistieron más de 60 personas, resaltando representantes del Departamento de Patrimonio de la Oficialía de Cultura de la Alcaldía de Cochabamba, del Museo Arqueológico de la Universidad Mayor de San Simón y profesionales de diversas ramas ligados con el tema.
Davis trabaja para el Departamento de Estado de Estados Unidos, luchando contra el tráfico ilícito de bienes culturales y durante su conferencia habló sobre los riesgos, las proyecciones internacionales y las acciones que implican la protección del patrimonio de las iglesias coloniales en Bolivia.
Fondo del Embajador
Esta conferencia estuvo enmarcada en el programa denominada Fondo del Embajador y que ejecuta Estados Unidos en varios países del mundo, mediante el cual, entre 2010 y 2012, trabajó en Bolivia en la restauración de la Capilla de Curahuara de Carangas.
También con este programa desarrolló la restauración de 40 cuadros de diferentes capillas del Altiplano y que ahora están en el Museo San Miguel de Oruro.
Por otra parte, en Cochabamba –a través del Fondo del Embajador– desde el 2012 invierte más de un millón de dólares en la restauración del Convento de Santa Teresa, una de las pocas instituciones que trabaja en la catalogación de sus objetos de arte y en la preservación de sus edificaciones.
Davis comentó que muchas capillas coloniales de entre los siglos XVI y XVII del país son vulnerables al saqueo, al no contar con protección policial y peor suerte corren las iglesias de las ciudades, ya que no sólo están en riesgo sus bienes sino sus estructuras por falta de mantenimiento.
La experta aseguró que según un estudio que hizo un becario Fulbright en el marco del Fondo del Embajador, entre 2008 y 2012 se registraron en Bolivia 36 robos a capillas rurales de diferentes departamentos del país.
Detalló también que un cuadro de la escuela de Potosí estaba siendo vendido a través de Internet en 20 mil dólares americanos y que otra pieza del viejo Perú (ahora Bolivia) era ofrecida en E-bay en $us 3.600.
Lamentó que Estados Unidos no pueda hacer nada al respecto, pese a que existe un tratado bilateral suscrito entre Bolivia y EEUU el año 1983, ya que el país no reporta robos de objetos de arte ni a la Policía ni a la Aduana de EEUU y tampoco cuenta con un registro completo de las obras de arte colonial y menos sobre las piezas arqueológicas.
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