sábado, 25 de febrero de 2017

Desentierran piezas de más de 2.500 años de antigüedad



La extracción de piezas de cerámica que a simple vista tienen una antigüedad de al menos 2.500 años refuerza la teoría de que en las llanuras orientales existió una gran civilización que creó una red caminera inmensa y formó con sus asentamientos un triángulo entre Okinawa, Lomas de Arena de El Palmar y el Urubó, además de habitar comunidades en lo que son Roboré, San Carlos, Samaipata, Postrervalle, Comarapa y Mairana.


El arqueólogo Danilo Drakic indicó que él y su equipo de trabajo llegaron a la propiedad del arquitecto Jamil Morales, cerca de Las Peñas (al sur de la ciudad y a unos 18 km de Los Lotes) advertidos del hallazgo cuando se hacía un pozo para enterrar un machón. “Lamentablemente son restos de valiosa cerámica que fue estropeada hace años y que, para ser cautos, tienen una antigüedad de unos 2.500 años”.


Basa su versión en el hecho de que las piezas encontradas en el lugar son similares a las descubiertas en Ibirza y Sihuenca (Cochabamba) y que datan de 2.430 y 2.925 años atrás. Explicó que esas reliquias están debidamente fechadas porque se hicieron los estudios científicos pertinentes. Drakic hizo notar que, como en el caso de las piezas extraídas en Okinawa, se trata de cerámica con grabados que aparentemente fueron hechas en una primera etapa de la consolidación de grandes asentamientos humanos, pues hay hallazgos posteriores que muestran grabados más claros y con arte más avanzado.


Historia escondida
El descubrimiento de sitios arqueológicos que se viene repitiendo en los últimos años en distintas zonas del territorio cruceño “demuestra que tenemos escondida gran parte de nuestra historia y que es preciso desenterrar para, primero, establecer antigüedad y, luego, consolidar la idea de que nuestros ancestros tenían su propia identidad y cultura y que no fueron simples aborígenes integrantes de pequeñas comunidades de sujetos nómadas”.


Con respecto al último hallazgo, sostuvo que se refuerza la hipótesis del triángulo y se demuestra que la ruta donde se encontraron las piezas fue parte de la red caminera que crearon los componentes de la gran civilización y que comprendía desde el norte argentino hasta Brasil y Paraguay, el valle y el altiplano boliviano, donde han aparecido reliquias similares a las que se van encontrando en los dos últimos años en Santa Cruz. La Brecha es parte del antiguo camino a Camiri y a otros pueblos del sur y Chaco boliviano. “Por esta ruta se desarrolló un gran intercambio comercial entre los habitantes de los asentamientos donde se han encontrado los yacimientos arqueológicos”, manifestó Drakic.

Interés
El arqueólogo, que trabaja para la Gobernación cruceña, dijo que los descubrimientos están llamando la atención de las autoridades departamentales y en especial de los alcaldes de municipios provinciales donde se proyectan obras para exponer las reliquias encontradas en su territorio y preservarlas como un valioso patrimonio histórico y cultural. En la capital, él proyecta una sala de exposición. Pero necesita apoyo

martes, 21 de febrero de 2017

Qhapaq Ñan es el antiguo sistema caminero heredado de los incas

El Qhapaq Ñan es un antiguo sistema de caminos que conectaba a importantes centros de producción, administrativos y ceremoniales de las épocas pre Inca e Inca. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) incluyó en la Lista de Patrimonio Mundial en 2014 al “Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino”. Esta red de valor inigualable, revivirá a través de un proyecto que busca remontar la huella de culturas milenarias.

Estas vías atraviesan paisajes de increíble belleza: de montañas, selvas, valles y desiertos que guardan huellas de la vida cotidiana, de la actividad productiva, administrativa, astronómica, militar y ceremonial de los diversos pueblos que conformaron el imperio Inca, que integró los extensos territorios de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.

TURISMO PATRIMONIAL

El objetivo del Proyecto “Turismo Patrimonial Comunitario en el Qhapaq Ñan” es crear las condiciones para la integración del turismo comunitario entre Ecuador, Perú y Bolivia, basada en la recuperación del patrimonio cultural y natural del Qhapaq Ñan.

Con ello se espera contribuir a la reducción de la pobreza; lograr que las comunidades locales compartan con los visitantes distintos aspectos de su vida cotidiana y costumbres ancestrales, transmitidas de generación en generación. Esta iniciativa es impulsada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Agencia Italiana para la Cooperación al Desarrollo y los Ministerios de Cultura y Turismo de cada país.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) incluyó en la Lista de Patrimonio Mundial en 2014 al “Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino”, en reconocimiento de esta extraordinaria obra de ingeniería precolombina. La postulación del Qhapaq Ñan fue presentada, en forma conjunta por Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, países por los que recorre esta inigualable red de integración caminera.

INTERRELACIÓN DE TRES PAÍSES

El proyecto busca interrelacionar niveles de Gobierno, la Cooperación Internacional y fundamentalmente las comunidades y pueblos indígenas y mestizos de los tres países comprometidos con esta iniciativa conjunta. Para ese propósito, se elaboró un Plan Maestro de Integración Turística Trinacional 2017 - 2020, basado en el patrimonio cultural y natural del Qhapaq Ñan, que genere nuevas oportunidades a las comunidades que conservan la obra, de esta manera atraer turismo por la diversidad de su riqueza cultural y natural.

Se conformaron comités técnicos de trabajo en cada país, se desarrollaron bases de datos de seis zonas priorizadas que cuentan con tramos, subtramos y secciones del Sistema Vial Andino Qhapaq Ñan. Estas zonas pioneras tienen la misión de iniciar la oferta de turismo comunitario en el Qhapaq Ñan, para motivar similares iniciativas en otros pueblos y comunidades vinculadas a estas rutas.

En Ecuador se iniciará este proceso en el centro-sur de la Sierra del país. En Perú, un área elegida se encuentra en el extremo norte, y la otra en el sur andino. El área circunlacustre del lago Titicaca y un segmento subtropical son las zonas priorizadas en Bolivia.

domingo, 19 de febrero de 2017

Triángulo arqueológico entre Okinawa, Urubó y las Lomas



Okinawa, Urubó y las Lomas de Arena forman un valioso triángulo arqueológico que será excavado para recolectar reliquias escondidas hace unos 3.000 años y estudiarlas para identificar sus orígenes. “Este valiosísimo patrimonio fortalece la hipótesis de que en las llanuras cruceñas existió una civilización culta que echa por los suelos la idea de que los españoles se encontraron con enanitos indígenas desnudos y cazando pajaritos”, puntualizó el arqueólogo de la Gobernación cruceña, Danilo Drakic.


La declaración se basa en el hallazgo de un par de urnas funerarias en el predio agrícola de Kiyoshi Kogachi (Okinawa) y del que fue informado por otro agricultor japonés, Miguel Mashiro, quien se interesó por las vasijas y se percató de su valor arqueológico y dio parte a Drakic.


“Se trata de urnas enterradas con cuerpos humanos en su interior, más los utensilios donde se colocaban las ofrendas, y lo interesante son los grabados en la cerámica que, al margen de triángulos y líneas dibujadas, tienen rostros tallados que aparentemente fueron hechos en un periodo anterior al de la elaboración de otras piezas casi similares encontradas en otros sitios arqueológicos, inclusive en El Fuerte de Samaipata, lo que da la pauta de su antigüedad, porque es como si fueran obra de artesanos principiantes en esta clase de arte, por lo que puede deducirse su antigüedad”, agregó el arqueólogo, que trabaja para la Gobernación cruceña.


Otra característica de las reliquias tiene que ver con una especie de tres ‘patas’ que tienen las urnas y los platos donde se hacían las ofrendas.


Triángulo
Además de las reliquias encontradas en Okinawa (seguirán las excavaciones) hay evidencias elocuentes de la presencia de estos mismos grupos en la zona del Urubó y en las Lomas de Arena de El Palmar. En Urubó se encontraron piezas que están siendo destruidas y por ello tratan de acelerar el inicio de las excavaciones. Sin embargo, las muestras disponibles permiten asegurar que los pobladores de esta zona fueron los mismos que dejaron huellas en Okinawa, por lo que urge iniciar las investigaciones.


Lomas de Arena
En la década de los 60, una misión argentina de arqueología detectó un vasto territorio con valiosas piezas de cerámica que se han ido destruyendo por la presencia humnana y el avance de las dunas de arena, que tienden a enterrar de nuevo las reliquias que prácticamente estaban al descubierto. “Tanto en el Urubó como en las Lomas los yacimientos están por desaparecer y es una prioridad para la Gobernación descubrir lo que contienen y lo que pueden contarnos de nuestra historia las piezas que puedan encontrarse para su estudio correspondiente”, agregó Camilo Drakic.

Características
Para el profesional, no es una casualidad que se hallen yacimientos arqueológicos en la región, pues estos pobladores buscaban áreas cercanas a ríos de flujo permanente y caudaloso, como son el Piraí (como era) y el Río Grande, así como otras corrientes fluviales que existían. “No cabe duda de que estos grupos se fueron expandiendo por la región de los valles cruceños, el norte e incluso llegaron hasta lo que hoy es Cochabamba y posiblemente hasta el altiplano”, sostuvo el arqueólogo.

Perfeccionamiento
A medida que avanzaban por el territorio que hoy es Bolivia, los miembros de esa civilización iban perfeccionando su arte en la cerámica y, según Drakic, es muy posible (casi seguro) que gran parte de los hallazgos hechos en Samaipata provengan de esa cultura, que tejió un laberinto de redes camineras que vinculan antiguos núcleos humanos en la Chiquitania, Roboré, San Carlos (Ichilo), Okinawa, Urubó, Lomas de Arena, Samaipata, Comarapa, Postrervalle, Vallegrande, Mairana, entre otros sitios en los que se han hecho valiosos descubrimientos arqueológicos.

Necesidades
Pero el entusiasmo de Drakic por los hallazgos se ve disminuido cuando se le consulta si su departamento cuenta con los medios técnicos, humanos y económicos para encarar la tarea de proceder a las excavaciones de rescate de las reliquias para posteriormente estudiarlas, catalogarlas y fecharlas y llegar a la etapa deseable, que es la exposición de ellas al público para que se valore el patrimonio histórico y cultural de los cruceños. “Hay medios pero lamentablemente no los suficientes como para cumplir a cabalidad con este objetivo”, concluyó Drakic

martes, 14 de febrero de 2017

Estudian declaratoria de Patrimonio Cultural a vía precolombina en Tarija

Tras su descripción arqueológica científica en 2016, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) y otras instituciones elaboran un expediente para pedir a la Unesco que declare patrimonio cultural de la humanidad al camino precolombino Santa Barbara – Iscayachi.

El coordinador técnico, Alfonso Blanco, dijo que esa institución debe liderar el trabajo porque esa ruta forma parte del Qhapaq Ñan más alejado al sur de Bolivia y se encuentra dentro de la Reserva Biológica de Sama.

“Tiene características de construcción y uso de este tipo de caminos que tuvieron muchas implicaciones en la formación de la identidad y cultura tarijeña”, afirmó Blanco.

En 2016, el arqueólogo Marcos Michel se encargó de una descripción científica de la ruta precolombina Santa Bárbara – Iscayachi, cuando la consultora Rumbol realizaba la actualización del Plan de Manejo de la Reserva Biológica de Sama que financió la Oficina Técnica Nacional de los Ríos Pilcomayo y Bermejo (OTN).

Se descubrió en la década 30 y fue utilizado para la construcción del camino Tarija – Potosí, que ahora está cerrado, por donde se desplegaron las tropas bolivianas en la Guerra del Chaco con Paraguay, entre 1932 y 1935.

Blanco reveló que en la Reserva Biológica de Sama, que tiene una extensión de 108.500 hectáreas, se identificaron alrededor de 80 sitios arqueológicos y la mayor parte se encuentran en proximidades de Tajzara donde existen lagunas naturales.

“Hay restos de talleres donde se hacían las puntas de flecha para cazar y afrontar guerras. Eso se va deteriorando y se debe conservar porque se erosionan con el paso del tiempo y a veces la gente de manera furtiva lo saca. Por eso la importancia de documentar para mostrar la riqueza arqueológica no solo para fines turísticos, sino entender la historia de Tarija”, señaló.

Para el arqueólogo Marcos Michel, esa área protegida enclavado en pleno altiplano fue parte de un largo y complejo proceso de desarrollo precolombino y que la tradición cultural Tarija – Chicha data de aproximadamente del 400 d.C (después de Cristo) hasta tiempos Inca y colonia donde se mestizó.

El director ejecutivo de la OTN, Pablo Canedo, reafirmó que la Reserva Biológica de Sama, por su riqueza arqueológica, se posiciona para ser declarada patrimonio cultural de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).