Un hallazgo impresionante de más de un millar de cadáveres de indígenas de la época colonial fue encontrado en el colegio Antofagasta, lugar donde se realizan excavaciones para la construcción de un kindergarten.
Los albañiles hasta ayer desenterraron más de 500 restos humanos de niños, adolescentes y adultos para armar el cimiento que tendrá la nueva infraestructura educativa. Cráneos, fémures, omoplatos, caderas entre otros fueron apilados como leña al descubierto.
Los restos óseos fueron encontrados a una profundidad de 2.5 metros y en un área de 10 metros aproximadamente. “Harto hueso hemos encontrado aquí, ya hemos sacado unos 400 a 500 y hay más enterrados todavía. Hay todavía bajo la tierra”, dijo el albañil que se identificó como Marco Antonio y señaló con el dedo índice el lugar donde estaban enterrados.
Dijo que en esa área construirán un kindergarten y ya están prestos para vaciar el cimiento y admitió que al principio no se asustaron, pero cuando seguían cavando descubrieron más huesos tuvieron miedo porque la cantidad de restos óseos era impresionante.
“No he tenido miedo, pero después sí. Y aquí les han debido enterrar en uno nomás, aquí hemos juntado. Un poquito tenía olor cuando hemos cavado y vamos a seguir cavando un poco más”, contó Emiliano Layme, otro albañil que excavó el área.
Dijo sentirse impresionado por la cantidad de huesos humanos encontrados porque jamás, en los 20 años de albañil, encontró cadáveres de personas y en esa cuantía.
Al respecto del hallazgo, el historiador y funcionario de la Casa Nacional de Moneda, José Antonio Fuertes, dijo estar sorprendido por la cantidad de restos encontrado en la fosa común.
Supone que los restos pertenecen a personas que vivieron en la época colonial porque hace suponer que era un cementerio de indígenas y negó que fuera de españoles, porque eran enterados de distinta manera.
“Es la primera hipótesis que tengo de esta fosa y que habría que investigarlo profundamente porque no existen historiadores contemporáneos que hayan dedicado al estudio más exhaustivo sobre los hechos ocurrido en Potosí”, apuntó el historiador potosino.
500
RESTOS óseos hasta ayer fueron desenterrados y aún existen más que están bajo tierra en igual o mayor proporción.
Probable pandemia
“Pudo haber sido una epidemia, porque sabemos que en la época colonial había bastante epidemia”, dijo José Antonio Fuertes al presumir que supuestamente murieron por el uso del azogue.
Dijo que en la época colonial los indígenas morían por la altura, por la alimentación y por el trabajo en las minas del Cerro Rico de Potosí.
“En Potosí sí hubo epidemias que mataron mucha gente y hay que suponer en 1615 y 1616 aproximadamente hubo un reventón de las lagunas del Kari Kari y murió mucha gente. Hay que ver a qué época corresponde”, expresó. Y solicitó al Gobierno Autónomo Municipal de Potosí que tome cartas en el asunto para que recoja los restos y los guarde en un lugar seguro.
Sugirió que, a través del alcalde, se invite a antropólogos y expertos para realizar el análisis con carbono 14 con el fin de conocer a qué año corresponden los restos óseos.
“Esto amerita una investigación muy seria, pero con profesionales en el ramo de la química, física y otros que competen”, complementó. Supuso que los cadáveres son del siglo XVII y XVIII, época del “boom” de la minería.
Niños y jóvenes se llevaron cráneos de muertos
Ante la falta de precinto de seguridad en el área donde estaban los restos óseos, muchos niños y jóvenes se llevaron cráneos de los indígenas sin que nadie haya evitado esa acción.
El profesor Eduardo Cisneros afirmó niños de escasa edad llevaron los huesos en bolsas a sus casas y solicitó a las autoridades custodiar los cadáveres encontrados en esa área.
No obstante, ya el jueves por la noche, algunas personas entraron al lugar amparado en la oscuridad para llevarse los restos de los indígenas. Suponen que fueron estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma Tomás Frías (UATF).
El docente solicitó a los papás de los niños o jóvenes que hayan llevado lavar bien las manos para evitar alguna enfermedad.
Hay la posibilidad de que si éstas personas murieron a causa de una epidemia puede haber algún tipo de contagio.
No obstante, a raíz del descubrimiento y profanación de la fosa común, mucha gente se dio cita al lugar donde se encontró los restos óseos para ver la cantidad impresionante de esqueletos.
A raíz de la presencia de mucha gente, se solicitó públicamente al ejecutivo municipal poner custodia al sector para evitar que sigan desapareciendo los restos óseos.
El Potosí trató de conversar con el alcalde Remberto Gareca, pero, lastimosamente, su teléfono personal estaba apagado.
Incluso, algunas personas sugirieron a las autoridades, a través de los medios de comunicación, que con el hallazgo de los restos humanos puede emplazarse un museo histórico porque de hecho que llegaron a Potosí para el laboreo en las minas. Con este hallazgo se confirma que miles y miles de personas fallecieron en Potosí por la actividad minera.
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