En el Centro Ceremonial de Tiwanaku se excavan pozos de sondeo para confirmar la existencia de una serie de estructuras aún desconocidas que están enterradas y que fueron ubicadas como anomalías en la superficie del terreno con el uso de una tecnología moderna –la teledetección emplea el estudio de imágenes de dron, fotografías satelitales y capturas de alta definición provenientes del espectro de luz– que permitió la creación de una nueva herramienta arqueológica, útil para las décadas futuras.
Con el proyecto “Conservación y Preservación de Tiwanaku y la pirámide de Akapana” que incluyó la elaboración de un mapa topográfico de la totalidad del sitio arqueológico y su área de amortiguamiento, se obtuvieron resultados preliminares a través de la combinación de las imágenes de alta definición, tanto en formato de imagen a color tradicional como el multiespectral (espectros de luz), que revelaron la presencia de un conjunto de estructuras hasta ahora desconocidas que se extienden por toda el área explorada y alcanzan un territorio de estudio de más de 400 hectáreas.
NUEVOS DESCUBRIMIENTOS
Hasta ahora los pozos de sondeo que excavaron los arqueólogos –se proyecta completar 28 de ellos en diferentes sectores dentro y fuera del complejo arqueológico de los tiwanacotas– ubicaron una estructura grande y rectangular muy cerca de Putuni o Palacio de los Sarcófagos que también fue erigida con doble muro de piedra. Mientras que en el sector sureste de la pirámide escalonada de Akapana, se evidenció que sus siete plataformas líticas fueron desmanteladas, pero se encontraron masas de arcilla bien compactadas que estabilizaron el volumen del gran monumento milenario.
Otro de los recientes descubrimientos –afirmó a El Diario el arqueólogo boliviano Miguel López– se produjo en el sector denominado Wankollu, uno de los 23 ayllus o comunidades de Tiwanaku, donde se ubicó una cala geológica de más de seis metros de profundidad y en su sector norte un entierro ceremonial que se pueden remontar al periodo IV de Tiwanaku, desarrollado entre el año 45 Después de Cristo (DC) al 700 Después de Cristo (DC).
“Esta cala o pozo es un hallazgo inédito por su profundidad (seis metros), ya que hasta ahora solamente se han reportado pozos de hasta tres metros de profundidad. De un modo hipotético podemos afirmar que este pozo sirvió inicialmente para la ubicación de yacimientos de arcilla que sirvieron para erigir determinadas estructuras como la pirámide de Akapana”, aseveró López que junto a los otros arqueólogos: Hugo Ávalos, Analy Quiroga dirigidos por Roger Cossio excavan en aquellos sitios donde se ubicaron anomalías o formaciones irregulares en la superficie del valle tiwanacota.
VASIJA DE CERÁMICA
Explicó que de este mismo pozo (de seis metros de profundidad) se extrajo una vasija globular con asa pitón con el detalle de un ofidio en la misma asa. “Es posible que esta vasija de cerámica fue parte de una ofrenda emplazada en una hornacina en el mismo perfil del pozo a un metro y medio de profundidad”, reveló López.
Las dimensiones exactas de tan particular hoyo son de aproximadamente de 5,70 metros de profundidad con un ancho 65 centímetros, dimensiones que sólo permiten que “una persona de mediana estatura logre descender por el orificio en el suelo”. A ello se suma que se logró reconocer orificios en el perfil del pozo que sirvieron como una especie de peldaños para el ascenso y descenso.
Los objetos arqueológicos líticos, cerámicos, óseos o metálicos que están siendo encontrados en cada una de las excavaciones de sondeo serán estudiados mediante el análisis de laboratorio que posibilitará esclarecer más datos sobre el contexto o entorno donde fueron encontrados.
PUMAPUNKU Y SUS PLATAFORMAS
Los estudios de teledetección revelaron que la pirámide de Pumapunku o Puerta del Puma, estructura piramidal lítica que se creía tenía tres plataformas, posee dos plataformas más que se encuentran enterradas. La edificación que muestra una técnica constructiva depurada y evolucionada es más grande, se creía que su superficie se extendía sólo en siete hectáreas, pero se evidenció que llega al doble con 14 hectáreas.
El arqueólogo Hugo Ávalos que excava en la estructura piramidal reveló que con los pozos de sondeo se pudo ubicar la cuarta plataforma, mientras se continúa en la búsqueda de la quinta plataforma. “Encontramos en Pumapunku sorprendentemente restos de ocupaciones que pudieron darse en períodos de la colonia o la República”, informó Ávalos.
Según el arqueólogo y restaurador Carlos Ponce Sanginés (fallecido en 2005) que dedicó su vida a la investigación de Tiwanaku, al referirse a Pumapunku escribió que, “es uno de los edificios más admirables que legó la cultura tiwanacota, en su lado oriental posee una plataforma lítica ciclópea que afecta la forma de un paralelogramo, estaba compuesto por un conjunto de macizos bloques líticos, originalmente ensamblados por grapas de cobre arsenical. Han perdurado también porciones de cinco portadas líticas, talladas todas en piedra andesita, que no se han conservado enteras sino fragmentadas”.
¿CULTURA DE AGUA?
El director del Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiwanaku (Ciaaat), el arqueólogo Julio Condori, informó que la poderosa técnica de investigación arqueológica –usada por primera vez en Bolivia por la Unesco– como es la teledetección que emplea vuelos de dron e imágenes satelitales, “cambiaron la visión de lo que ha sido el centro ceremonial de los tiwanacotas hasta ahora”.
Se intenta confirmar si existió un puerto muy cerca de Pumapunku como lo afirmaba el investigador Arthur Posnansky en los años cuarenta. El Director del CIAAAT dijo que al ver toda el área de la cuenca o por lo menos lo que es el valle medio donde se estableció el colosal complejo, es posible asumir que fue una zona inundable, y al serlo, Tiwanaku tuvo la capacidad del manejo hidrológico con el fin de mitigar esta disposición natural con una elevación artificial lítica.
Se proyecta excavar en un sector próximo a Pumapunku, ya que según Condori según los mapas obtenidos por la teledetección –en los planos es posible identificar canales acuáticos incluso estructuras que pudieron constituirse en muelles o desembarcaderos dentro del complejo–, se puede mencionar que Tiwanaku fue una cultura del agua, ya que en su configuración existen muchos elementos vinculados al recurso hídrico.
NUEVA HERRAMIENTA
Para el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Ignacio “Nacho” Gallegos el uso de la tecnología permitió la creación de una nueva herramienta arqueológica de alta calidad que servirá por lo menos para los próximos 30 años venideros.
Detalló que en las excavaciones de la nueva estructura cercana a Putuni o Palacio de los Sarcófagos se descubrieron restos óseos humanos y de camélidos junto con vasijas de cerámica que pudieron ser parte de una ofrenda ceremonial.
“La estructura identificada que se extiende por unos 3500 metros cuadrados de superficie presenta una secuencia en su construcción muy interesante, ya que se tiene primero un espacio que pudo ser parte de un barrio con habitaciones de adobe que fueron destruidos para construir la nueva edificación con muros dobles de piedra”, dijo el experto.
Tiwanaku fue un eje de interacción, no solamente del área circunlacustre o del lago Titicaca, sino de los valles interandinos, de la costa y de otros radios de interacción, de otras culturas que llegaban al centro ceremonial para ser incluidas a través de la ideología, la simbología, el poder y el ritual expresado en todos los elementos cosmológicos y naturales en una forma de ver el mundo. Fue una civilización –su período aldeano surgió el año 1500 antes de nuestra era– que desarrolló el arte y la ciencia, expandiéndose hasta las costas del Pacífico, el sur del Perú, norte de Argentina y posiblemente a las tierras bajas orientales.
Durante dos milenios logró importantes avances científicos como las técnicas empleadas en el cultivo de camellones que fueron instalados incluso en las laderas de las montañas. Sorprende su arquitectura que resulta de estudios astronómicos con el manejo delicado de diverso material lítico.
En las siguientes dos semanas los expertos de UNESCO y del CIAAAT tienen previsto realizar excavaciones en otros sectores para evidenciar la existencia de posibles construcciones circulares que pueden remontarse al Periodo Formativo, aspecto que revelaría asentamientos más antiguos de lo que se creía en el Centro Ceremonial de Tiwanaku. (CienciaBolivia)
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